El agua ha sido utilizada a lo largo de la historia como elemento curativo, no sólo del cuerpo sino además del alma. Sus efectos relajantes y estimulantes, le hacen ser un elemento indispensable al alcance de todos.
Estas son las reglas que deberás tener en cuenta a la hora de hacer hidroterapia:
1- Aunque no te hayas decidido por la hidroterapia como línea terapéutica, hay costumbres muy saludables que se pueden adquirir relacionadas con el baño diario.
2- Si optas por someterte a un tratamiento de hidroterapia, no olvides que debes proceder de manera gradual. Comienza tomando aspersiones, duchas y baños completos a temperaturas neutras (de 30 a 31º C).
3- Ten precaución con los baños demasiado largos o muy frecuentes, sobre todo si se les añade jabones, porque éstos, según algunos dermatólogos, eliminan de la piel sus grasas protectoras.
4- Los vendajes, tanto calientes como fríos no se deben aplicar a una persona que acaba de comer.
5- La cataplasma y el emplasto requieren las mismas precauciones que los vendajes. Deben aplicarse a personas con temperatura caliente, abrigadas.
6- Los apósitos fríos tienen que sustituirse en cuanto han absorbido el calor del cuerpo; los calientes cuando se han enfriado.
7- Si se toma un baño de arena hay que cubrirse la cabeza y aplicarse una crema de cara protectora para evitar una insolación.
Los beneficios que otorga este tratamiento son los siguientes:
• Suavización e hidratación de la piel, eliminación de toxinas, grasas, costras, etc.
• Aumento significativo de iones negativos que proporcionan relajamiento psíquico y bienestar general.
• Limpieza y ventilación de la piel. Prevención de las manifestaciones prematuras de envejecimiento y mejoramiento de diferentes problemas de piel (como acné, eczemas, etc.).
• Aumento circulatorio, pulmonar y bronquial.
• Está especialmente recomendado para la fatiga mental, estrés, cansancio fuerte, mal humor, insomnio, etc.
• El tiempo de duración máxima de intensidad mediano-alta deberá sobrepasar los treinta minutos y cuatro sesiones semanales.
Estas son las reglas que deberás tener en cuenta a la hora de hacer hidroterapia:
1- Aunque no te hayas decidido por la hidroterapia como línea terapéutica, hay costumbres muy saludables que se pueden adquirir relacionadas con el baño diario.
2- Si optas por someterte a un tratamiento de hidroterapia, no olvides que debes proceder de manera gradual. Comienza tomando aspersiones, duchas y baños completos a temperaturas neutras (de 30 a 31º C).
3- Ten precaución con los baños demasiado largos o muy frecuentes, sobre todo si se les añade jabones, porque éstos, según algunos dermatólogos, eliminan de la piel sus grasas protectoras.
4- Los vendajes, tanto calientes como fríos no se deben aplicar a una persona que acaba de comer.
5- La cataplasma y el emplasto requieren las mismas precauciones que los vendajes. Deben aplicarse a personas con temperatura caliente, abrigadas.
6- Los apósitos fríos tienen que sustituirse en cuanto han absorbido el calor del cuerpo; los calientes cuando se han enfriado.
7- Si se toma un baño de arena hay que cubrirse la cabeza y aplicarse una crema de cara protectora para evitar una insolación.
Los beneficios que otorga este tratamiento son los siguientes:
• Suavización e hidratación de la piel, eliminación de toxinas, grasas, costras, etc.
• Aumento significativo de iones negativos que proporcionan relajamiento psíquico y bienestar general.
• Limpieza y ventilación de la piel. Prevención de las manifestaciones prematuras de envejecimiento y mejoramiento de diferentes problemas de piel (como acné, eczemas, etc.).
• Aumento circulatorio, pulmonar y bronquial.
• Está especialmente recomendado para la fatiga mental, estrés, cansancio fuerte, mal humor, insomnio, etc.
• El tiempo de duración máxima de intensidad mediano-alta deberá sobrepasar los treinta minutos y cuatro sesiones semanales.
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