Muchas personas se sentirán identificadas con esta frase: “Soy adicto a los dulces”. Estas personas, tienen un problema bastante importante para mantener cualquier dieta, ya que no pueden controlar sus bruscos y repentinos deseos de comer cosas dulces.
Si te sientes totalmente mimetizado con este problema, te ofrecemos este consejo.
E trata de un cuadro que está comenzando a tener especial interés para los médicos que tratan de manera integral a la persona, investigan y encuentran juntamente con ese imperioso e incontrolable deseo de dulces, síntomas como cansancio, irritabilidad, insomnio, sueño entrecortado, colon irritable.
En el caso de los niños, existen además cambios en la conducta y bajo rendimiento escolar, acompañado de enuresis (orinarse en la cama), autismo, convulsiones febriles, etc.
Este conjunto de síntomas, tiene su origen en marcados descensos del nivel de azúcar en sangre y se denomina “hipoglucemia”. Se da como consecuencia de un exceso de dulces en la ingesta diaria. Esto provoca entonces, una exagerada respuesta del páncreas, lo que da origen a la caída del azúcar y la necesidad imperiosa de reponerla exageradamente, de ahí los ataques de ansiedad. Así que se origina un círculo vicioso, que puede llevar a personas particularmente sensibles al borde de una crisis.
El diagnóstico es muy sencillo y el tratamiento también lo es. Igualmente, hay que crear conciencia en aquellas personas que reconocen los síntomas para que acudan a la consulta y se traten; particularmente a las madres responsables del régimen alimenticio de sus familias.
Recuerda siempre que una niñez acostumbrada a un programa sano de vida y alimentación, es el mejor legado que podemos dejar a nuestros hijos y el esfuerzo vale realmente la pena.
Si te sientes totalmente mimetizado con este problema, te ofrecemos este consejo.
E trata de un cuadro que está comenzando a tener especial interés para los médicos que tratan de manera integral a la persona, investigan y encuentran juntamente con ese imperioso e incontrolable deseo de dulces, síntomas como cansancio, irritabilidad, insomnio, sueño entrecortado, colon irritable.
En el caso de los niños, existen además cambios en la conducta y bajo rendimiento escolar, acompañado de enuresis (orinarse en la cama), autismo, convulsiones febriles, etc.
Este conjunto de síntomas, tiene su origen en marcados descensos del nivel de azúcar en sangre y se denomina “hipoglucemia”. Se da como consecuencia de un exceso de dulces en la ingesta diaria. Esto provoca entonces, una exagerada respuesta del páncreas, lo que da origen a la caída del azúcar y la necesidad imperiosa de reponerla exageradamente, de ahí los ataques de ansiedad. Así que se origina un círculo vicioso, que puede llevar a personas particularmente sensibles al borde de una crisis.
El diagnóstico es muy sencillo y el tratamiento también lo es. Igualmente, hay que crear conciencia en aquellas personas que reconocen los síntomas para que acudan a la consulta y se traten; particularmente a las madres responsables del régimen alimenticio de sus familias.
Recuerda siempre que una niñez acostumbrada a un programa sano de vida y alimentación, es el mejor legado que podemos dejar a nuestros hijos y el esfuerzo vale realmente la pena.
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